En los medios sociales, puede ser igual de importante quién puede ver tus publicaciones como lo que publicas. Es importante que padres, madres y tutores ayuden a sus hijos e hijas a comprender cómo tomar decisiones sobre su configuración de privacidad y a controlar sus experiencias en internet.
Con el tiempo, las necesidades y expectativas de privacidad de los adolescentes pueden cambiar, por lo que conviene consultar la configuración de privacidad con cierta regularidad y asegurarse de que cumpla con sus valores, y garantizar que comprendan que pueden actualizar esta configuración en cualquier momento.
No resulta fácil hablar sobre privacidad en internet, pero es importante hacerlo. Aquí tienes unos consejos que pueden servirte de guía en la conversación con tus hijos e hijas.
Si tus hijos o hijas adolescentes u otras personas van a usar los medios sociales, es importante que sepan qué es la configuración de privacidad y cómo pueden cambiarla para adaptarla a sus necesidades. Cuando hables con tus hijos e hijas, oriéntalos con algunas preguntas básicas que la gente suele plantearse sobre la configuración de su privacidad, como:
Obtén más información acerca de la configuración de privacidad en las tecnologías de Meta:
Cualquiera que tenga una cuenta en una tecnología de Meta puede controlar las distintas opciones de configuración, como quién puede ver su contenido y quién se encuentra en sus listas de amigos o seguidores. Cada familia tiene sus propias reglas, normas y puntos de vista sobre la información que sus hijos e hijas adolescentes pueden mantener en privado y no revelar a sus padres, madres o tutores. Además, las expectativas de privacidad de cada adolescente cambiarán con el tiempo. Puede resultar complicado encontrar el equilibrio justo entre la seguridad de los adolescentes y el respeto a su intimidad. Para mantener una relación basada en la confianza, la clave es tener conversaciones constantemente sobre qué significa la privacidad para ellos y cuáles son los límites que valoran (por ejemplo, con qué tipo de contenido se sienten cómodos compartiendo por internet y las reglas que hayáis acordado juntos).
Una de las primeras cosas que les puedes preguntar es si su cuenta va a estar disponible para todo el mundo o solo para un grupo restringido. Por ejemplo, en Instagram las cuentas pueden ser públicas o privadas. Si comprenden que tienen el control de quién puede ver e interactuar con lo que publiquen en internet, se sentirán cómodos siendo ellos mismos en los medios sociales, y lo harán de forma segura. Por ejemplo, Instagram ofrece varias herramientas que permiten a tus hijos o hijas adolescentes tener el control de su privacidad y huella digital. Cuando los adolescentes menores de 16 años (o de 18 años en algunos países) se registran en Instagram, sus cuentas son privadas de forma predeterminada. Si eligen cambiarlas a públicas, desde la configuración de la aplicación siempre tendrán la posibilidad de suprimir seguidores, elegir quién puede comentar sus publicaciones y desactivar estados de actividad (para que nadie pueda ver cuándo están activos en la aplicación).
Cada persona se siente más o menos cómoda compartiendo según qué cosas en internet. Conforme los adolescentes van madurando y conociéndose mejor a sí mismos y lo que valoran, su definición de privacidad en internet puede variar mucho. Es importante establecer normas sobre el tipo de información que deberían y no deberían compartir en público (como su número de teléfono, dirección, horario, ubicación y otra clase de información sensible), y cómo disfrutar de experiencias más privadas. En Instagram, los adolescentes pueden crear una lista de mejores amigos, que pueden editar en cualquier momento, para compartir sus historias únicamente con las personas de esa lista. Así, los adolescentes tienen la libertad de compartir momentos más personales solo con un grupo más reducido que ellos mismos han elegido.
Las elecciones de privacidad no se acaban en el momento en el que se registran. Como la configuración de privacidad disponible puede cambiar con el tiempo, al igual que lo hacen nuestras preferencias, habla con tus hijos e hijas adolescentes sobre la importancia de revisar y realizar cambios en su configuración de privacidad con asiduidad según sea necesario.
En Instagram, la cuenta de todas las personas menores de 16 años (o de 18 años en algunos países) que se registren será privada de forma predeterminada. Queremos que los más jóvenes puedan hacer nuevos amigos y estar en contacto con su familia con facilidad, pero también queremos ayudarles a lidiar con comentarios de extraños o mensajes directos no deseados. Por eso creemos que las cuentas privadas son la elección correcta.
Aun así, sabemos que hay jóvenes creadores que pueden preferir tener cuentas públicas para construirse una base de seguidores, una comunidad o apoyar cuestiones que les importen. Por eso les ofrecemos esa opción tras informarles de todo lo que implica.
A medida que tus hijos o hijas adolescentes y tú conectéis y compartáis más en internet, no dejéis de mantener conversaciones sobre el significado de la privacidad para vosotros y la necesidad de seguir reflexionando de forma crítica antes de publicar.