Es inevitable que, en algún momento, tus hijos e hijas adolescentes tengan que afrontar algún tipo de problema con una amistad, tanto si se trata de una relación puramente online como de una relación mixta online-offline.
Ya sea una simple pelea o una ruptura compleja, caótica y con mucha carga emocional, debes tener en cuenta lo siguiente, desde tu respuesta inicial hasta el momento en el que les ayudes a seguir adelante de forma positiva.
Respeta las relaciones online
Todas las amistades y relaciones se enfrentan a retos de vez en cuando. Aunque la relación sea exclusivamente online, no dejan de ser una relación real.
Las relaciones online pueden ser tan importantes para tus hijos e hijas como las personas que ven en el instituto o los fines de semana. Intenta respetar estas amistades como tales.
Acciones positivas
Descubrir que tus hijos o hijas adolescentes han bloqueado o denunciado a alguien en Instagram, por ejemplo, puede ser la primera señal de que algo va mal, pero también podría ser una señal de que algo va bien.
La buena noticia es que, si han denunciado o bloqueado a alguien, se trata de una acción positiva. Demuestra su autoconciencia y confianza a la hora de usar las herramientas que tienen a su alcance para protegerse.
Es natural querer precipitarse y averiguar qué ha pasado y por qué. Sin embargo, reconocer que tus hijos o hijas han hecho algo positivo y decirles cuánto te alegras es un mejor punto de partida para una conversación que pedirles más detalles.
Momentos de acercamiento
Encontrar el momento adecuado para abordar una conversación con tus hijos o hijas adolescentes es de las tareas más arduas que afrontarás como padre o madre.
Los momentos de acercamiento son esos preciados instantes de calma en los que tienes la oportunidad de hablar sobre lo que les sucede. Puede ser mientras cocinas o durante un viaje en coche, pero sabrás con certeza cuándo es el momento adecuado para sacar el tema con delicadeza.
Lo fundamental es esperar a que ese momento se produzca de forma natural. No intentes forzarlo, o la conversación podría parecer un interrogatorio.
Repercusiones fuera de internet
Las cosas se complican si ven a las personas a las que quieren bloquear o denunciar en Instagram en su día a día, siendo posible que les preocupen las repercusiones.
Si esas personas se dan cuenta de que tus hijos o hijas ya no los siguen en Instagram, puede que no resulte muy difícil averiguar qué ha podido suceder.
Podrías ayudarles a plantearse cómo reaccionarían si tuviera un enfrentamiento con estas personas. Podríais incluso practicar algunas respuestas.
Evita el lenguaje acusatorio para evitar que la situación se acalore. Por ejemplo, podrían empezar las frases con “Siento…” en lugar de “Eres/Estás…”.
Los adolescentes también pueden optar por restringir a otras personas en Instagram, en lugar de bloquearlas. De esta manera, pueden controlar si esas personas pueden interactuar con ellos y de qué modo, ya sea restringiendo lo que ven o aprobando sus comentarios. Lee más información aquí.
Recuérdales a tus hijos o hijas que, aunque no siempre lo parezca, seguir a alguien en las redes sociales es una decisión personal. A quién siguen es su decisión.
La importancia de escuchar
A menudo, lo mejor que pueden hacer los padres y las madres es escuchar. Dejar que se desahoguen. Puede que ellos mismos se den cuenta de qué tienen que hacer sin mucha ayuda por tu parte, más allá de estar a su lado.
Recuerda: dejar que cometan sus propios errores y superen sus propios retos refuerza su capacidad de resistencia. Todo esto forma parte de la fase en la que ponen a prueba las habilidades sociales que les has enseñado desde su infancia.
Es posible que sigas sintiendo frustración o preocupación por lo que les sucedió mucho después de que ellos hayan pasado página y olvidado todo. La clave está en dejar que ellos tomen el control, en lugar de intentar asumirlo tú.
Es hora de avanzar
Pregúntales a tu hijo o hija qué quiere hacer después. Una pregunta útil podría ser si quieren arreglar esa relación.
Si no es así, no des por sentado ni esperes que se alejen durante un tiempo de las plataformas de internet en las que tuvo lugar la relación. Es posible que sientan que así estarían perdiendo una importante red social o de apoyo.
Sin embargo, también es posible que necesiten reflexionar sobre las consecuencias de mantener el contacto. Por ejemplo, sobre dónde pueden encontrarse con estas personas, o si salirse de los grupos implica el riesgo de perder el contacto con amigos comunes.
Es probable que tengan que asumir que no van a poder evitar a alguien por completo. Es una situación difícil, sobre todo si las emociones todavía están a flor de piel.
Sin embargo, puedes acompañarlos en el camino. Podrías ayudarles a trazar un plan sobre lo que quieren hacer, y a llevarlo a cabo, aunque eso implique cortar la relación con determinadas amistades o grupos sociales. Parte de ese plan puede ser aceptar que van a compartir espacios online con esas personas y saber cómo responder.
Apoya sus intenciones para que sientan que están a cargo de lo que sucederá después y ayúdales a convertir una experiencia negativa en una lección positiva para el futuro.
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