¿Qué es lo que han visto?
El contexto es fundamental. El contenido puede llegar a ser molesto por multitud de razones. Puede tratarse de imágenes o vídeos extremos, o de comportamientos personalmente ofensivos.
Suele depender de la relación entre las personas implicadas, de cómo se haya visto o de la motivación que haya detrás. ¿Lo buscaron a propósito o lo encontraron por casualidad? Si alguien lo compartió con ellos, ¿tenía intención de provocarles malestar u ofenderlos?
Lo que resulta angustioso para una persona puede no serlo para otra, así que ten cuidado de no invalidar los sentimientos de tus hijos o hijas adolescentes. Dejar la conversación sin resolver puede llevarlos a buscar respuestas en fuentes menos fiables, así que mejor escucha y valida cómo se sienten. No importa que a ti te parezca trivial: si les ha provocado malestar, es porque la situación es molesta.