Prevención del suicidio en medios sociales: cómo pedir y proporcionar ayuda
Meta
12 de marzo de 2024
El suicidio es un tema complicado, pero justo por ese motivo debemos hablar de ello. Al igual que los adultos, los adolescentes también pueden verse afectados por este problema. Los padres, tutores, profesores y otros adultos de confianza para los adolescentes desempeñan un papel esencial a la hora de detectar indicios de pensamientos, comportamientos y sentimientos suicidas.
Debemos utilizar un lenguaje adecuado para hablar sobre el suicidio con los adolescentes.
No es fácil hablar sobre este tema con tu hijo(a), pero es importante que abordes la cuestión con firmeza cuando decidas (o decida) hacerlo.
Asegúrate de estructurar los distintos puntos de forma práctica. Presta especial atención al lenguaje y contexto que utilizas. Las palabras que elijas pueden afectar en gran medida a la conversación. Destaca historias de esperanza, recuperación y cómo buscar ayuda durante toda la conversación. Crea un entorno seguro para que comparta sus sentimientos. Dile a tu hijo(a) cuánto lo/la quieres y asegúrale que siempre estarás a su lado en lo que necesite.
A continuación te mostramos algunos ejemplos de lenguaje que te resultarán útiles disponibles en una guía elaborada por nuestro socio Orygen, una organización que ofrece servicios de salud mental a jóvenes. Estos son los puntos principales que debes recordar a la hora de hablar sobre el suicidio:
En lugar de decir que una persona “se ha suicidado”, es mejor decir que “la causa de su fallecimiento ha sido el suicidio” (consulta más ejemplos a continuación).
Indica que el suicidio es complejo y que muchos factores contribuyen a que una persona decida acabar con su vida.
Incluye mensajes esperanzadores y habla sobre las opciones de recuperación.
Informa a las personas que tengan pensamientos suicidas sobre dónde pueden recibir ayuda.
Incluye información sobre factores que pueden evitar que la persona piense en suicidarse, como realizar sus actividades favoritas y quedar con sus amigos.
Indica que se puede prevenir el suicidio, que hay ayuda a su disposición, que el tratamiento tiene éxito y que la recuperación es posible.
Anima a los jóvenes a hablar sobre sus sentimientos con un amigo, un adulto en el que confíen o un profesional de la salud mental.
Asimismo, ciertas formas de abordar el tema del suicidio podrían hacer que la conversación no tomara la dirección adecuada.
No uses palabras que describan el suicidio como un delito o un pecado. Por ejemplo, en lugar de decir que una persona “se ha suicidado”, es mejor que digas que “la causa de su fallecimiento ha sido el suicidio”. Esto puede sugerir a la persona que sus sentimientos son inapropiados o inaceptables, o hacer que le preocupe ser juzgada si pide ayuda.
No digas que el suicidio es la “solución” ante problemas, factores de estrés de la vida o trastornos mentales.
No uses palabras que aporten atractivo o romanticismo al concepto del suicidio, o que hagan que parezca tentador.
No uses palabras que resten importancia al suicidio o hagan parecer que es un tema menos complejo de lo que en realidad es.
No culpes a un solo evento o insinúes que el suicidio se debió a una única causa, tal como el bullying o las redes sociales.
No uses frases críticas que refuercen mitos, estigmas, estereotipos o que sugieran que no se puede hacer nada con respecto al suicidio.
No facilites información detallada acerca de un suicidio que se haya llevado a cabo o un intento de suicidio.
No facilites información acerca de formas de suicidarse o la ubicación de un suicidio.
No menciones si ha habido una serie de suicidios en un lugar concreto.
Presta atención a indicios de comportamientos suicidas en adolescentes en los medios sociales
Una señal de posible comportamiento suicida entre adolescentes serían frases como “quiero desaparecer” o “quiero que todo acabe”. Puede que sean indicadores de que la persona se siente desanimada y desvalida, o que esté sugiriendo que es una carga para los demás. También puede que haya perdido el interés por lo que hacía normalmente o que esté actuando de forma impulsiva.
Busca formas de suicidarse (por ejemplo, busca cómo conseguir pastillas, armas u otros medios).
Se autolesiona de forma consciente (por ejemplo, se araña, corta o quema).
Habla o escribe sobre la muerte, morir o el suicidio.
Muestra signos de desánimo.
Muestra signos de rabia, enfado y sentimientos de venganza.
Actúa sin cuidado o participa en actividades de riesgo aparentemente sin meditarlo.
Indica que tiene sensación de opresión y que no encuentra solución a su situación.
Aumenta su consumo de drogas o alcohol.
Se distancia de sus amigos, su familia o la sociedad.
Muestra signos de ansiedad, agitación o cambios en los hábitos de sueño o el apetito.
Muestra cambios drásticos en su estado de ánimo.
Expresa que no tiene motivos para vivir o que carece de un propósito para seguir adelante.
Los padres, tutores y otros adultos pueden ayudar a los adolescentes que muestran comportamientos suicidas si prestan atención a estas señales.
Estas son las medidas se pueden tomar para apoyar a los jóvenes:
A continuación, te presentamos varias formas de apoyar a tu hijo(a) si no sabes cómo empezar a actuar tras detectar señales de advertencia o si quiere hablar contigo. Esta es una lista creada a partir del trabajo realizado por Forefront: Innovation in Suicide Prevention.
Empatiza y escucha: préstale plena atención. Intenta no ofrecer soluciones ni convencerle de que todo se solucionará; lo que más necesita en ese momento es sentirse escuchado. Ayúdale a sentirse comprendido y no le juzgues. Intenta hacerle preguntas de respuesta abierta que consigan que hable sobre cómo se siente, por ejemplo: “Sé que estás pasando por una situación muy difícil ahora mismo. ¿Quieres hablar? Quiero saber cómo estás”.
Pregúntale sobre el suicidio: si le preguntas clara y directamente “¿Estás pensando en el suicidio?”, le demuestras que te preocupas y que has comprendido que se encuentra en una situación de peligro. No estarás aumentando el riesgo de que se suicide si se lo preguntas directamente. Si dice “Sí, estoy pensando en suicidarme”, no te asustes. Coméntale la valentía que ha demostrado al contártelo y seguid hablando. Si le animas a que hable sobre lo que le pasa, podrías reducir su nivel de aislamiento.
Elimina el peligro: si dice que está pensando en suicidarse, pregúntale si tiene un plan. Si dice que sí, pregúntale si tiene acceso a los medios necesarios (por ejemplo, medicamentos, un arma o una cuerda). Es importante que intentes hacer todo lo posible para que se aleje de ellos, o que algún amigo o las autoridades acudan a ayudarle.
Ayúdale a conseguir más ayuda: hablar con un amigo o familiar es importante. También es posible que quieras ponerlo en contacto con un terapeuta, un profesional de la salud o una línea de ayuda.
Prevención del suicidio Línea Nacional de Prevención del Suicidio de Estados Unidos: 1-800-273-8255
Línea de ayuda por SMS: 741-741
Cómo responder ante “retos peligrosos” en internet
Los “juegos” o “retos que incitan al suicidio” en internet consisten normalmente en varias tareas peligrosas que la gente tiene que realizar en un periodo de tiempo establecido y que suelen ir aumentando en gravedad. El contenido que trata sobre estos retos infringe las políticas de Meta, por lo que la plataforma se encarga de suprimirlo y, en algunos casos, suprime también las cuentas que lo han publicado.
Consulta algunas sugerencias que te servirán para saber qué hacer si descubres que tu hijo(a) adolescente está compartiendo este tipo de contenido (o si te dice que ha visto a compañeros de clase que lo hacen):
Conoce el riesgo: no decidas ignorar el peligro. Todo el mundo puede contribuir a que se deje de compartir este contenido.
Escucha activamente: si un joven comparte su preocupación contigo sobre algún contenido que haya visto online, o publicaciones o comentarios que sus amigos u otras personas hayan publicado, es importante que le prestes atención y que le ofrezcas tu ayuda.
Considera cómo puede afectarle: a algunas personas pueden afectarles negativamente las advertencias sobre los peligros de los retos online que incitan al suicidio y a la autolesión. Es importante que la gente se mantenga informada, pero ten cuidado con el contenido que compartas relacionado con el tema del suicidio y piensa en cómo puede afectar a los demás.
Denúncialo: cualquier persona puede denunciar material online inapropiado que sea peligroso o angustiante mediante los canales correspondientes de la red social. Las plataformas se encargan de revisar el contenido denunciado y lo eliminan si infringe sus políticas.
Saca el tema: si tratas con adolescentes, busca formas de animarles a compartir contigo sus actividades online para que sepas qué ven y hacen en internet. Si no consigues que se abran contigo preguntándoles directamente sobre un reto, prueba con una manera más indirecta. Los jóvenes deben comprender que pueden confiar en sus padres y que no les castigarán por decir la verdad.